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EL FENÓMENO DE LAS PAREIDOLIAS EN MARTE

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Pareidolia, el extraño fenómeno de ver caras o figuras donde no las hay

Por Alfred López | Cuaderno de Ciencias 

La pareidolia es un fenómeno psicológico que consiste en que podamos percibir un rostro o una figura humana o animal en lugares de lo más insospechados: la forma de estar colocadas las ventanas/puertas en un edificio, la parte posterior de un despertador, una nube, en una tostada, una grifería, etc.

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Hay toda una legión de seguidores que fotografían y recopilan todo tipo de objetos y cosas que se les representa como una figura o cara.

edificio
Pero así como hay coleccionistas simplemente atraídos por el mero hecho de la curiosidad, también podemos encontrarnos con otros dos tipos de seguidores de la pareidolia:

- Los religiosos: aquellos que ven imágenes religiosas, el rostro de Cristo, la Virgen María o incluso el demonio en cualquier parte: una pared, una tostada, la suela de un zapato.

- Los amigos de las teorías de la conspiración: los que intentan encontrar  una respuesta (la mayoría de veces ilógica) a fenómenos sobrenaturales, paranormales o relacionados con turbios asuntos políticos o militares.

- Vigilantes de la moral, que se dedican a buscar dibujos de carácter sexual  subliminalmente camuflados en las películas de la factoría Disney.

PareidoliaEl fenómeno de la pareidolia está continuamente siendo estudiado por psicólogos y expertos que tratan de averiguar el porqué nuestro cerebro detecta esos objetos, rostros o figuras donde tan solo hay una sombra, una mancha de grasa o una nube y donde en realidad no hay nada.

Es curioso comprobar cómo muchas personas que no son capaces de distinguirlo a simple vista, si se les estimula  indicándoles cómo y dónde se encuentra la figura, pueden llegar a sugestionarse y ver algo que realmente no está o no ven.

Cabe destacar a las personas que han asegurado que el rostro de Jesucristo se les ha aparecido en una tostada mientras estaban desayunando o los que dicen distinguir la silueta del diablo entre el humo que salía durante los atentados del 11S al World Trade Center.

La inscripción de unos jeroglíficos sobre otros más antiguos –tras la pérdida de la pasta de relleno– han originado curiosas formas que se asemejan a helicópteros, aviones, etc. Templo de Abidos.

Otro caso de pareidolia que se hizo famoso es el de la “Cara de Marte”. Una foto tomada por la sonda espacial Viking en 1976 en la que se mostraba la superficie de Marte y que muchas personas distinguieron como un rostro que bien podría haber estado hecho por una civilización inteligente.

Pareidolia en un coche
Tampoco podemos olvidar a aquellos que se dedican a buscar mensajes subliminales a través de la pareidolia en los dibujos animados de Disney. Según éstos, detrás de múltiples dibujos de la factoría Disney se encuentra todo un catálogo de objetos fálicos y de contenido sexual.

Pero, religiosos y amigos de las teorías de la conspiración aparte,  hemos de prestar atención a aquellos que por puro placer y diversión se dedican a fotografiar todo cuanto les recuerda una cara.

Podemos ver divertidas formas que nos recuerdan a una cara en grifos, edificios, partes frontales de automóviles, etc.

Pareidolia en un grifo
También cabe destacar que cada vez son más los diseñadores, arquitectos y/o creativos que diseñan sus obras pensando en una doble lectura por parte del cerebro de muchas personas y que tras una simple y sencilla apariencia, sus objetos, ropas o edificios esconden curiosos rostros.

En la red hay unos cuantos grupos o páginas  donde cuelgan todo el material que van encontrando. Podéis ver algunas recopilaciones de curiosas imágenes de pareidolia representando caras en flickr y pbase.

¿Qué es la extraña “flor” de Marte?

Por  | Astronomía para terrícolas 

La misión del Curiosity acaba de entrar en una de las fases más interesantes del proyecto. Desde finales de enero el taladro instalado en el Rover ha comenzado a hacer prospecciones en el terreno, mientras recoge datos y nos envía imágenes de la superficie marciana.

La formación rocosa captada por el Curiosity Una de estas imágenes ha levantado mucha curiosidad durante la última semana en lo que algunos medios han terminado bautizando como “la flor de Marte”. Entre las noticias y los rumores que han surgido en estos días podemos encontrar casi de todo dependiendo de la imaginación o el rigor del periodista que haya tratado la fotografía.

Se trata de un curioso saliente en el terreno que finaliza en un extremo algo más grueso con una especie de terminación de brillo metálico.

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En este Cuaderno de Ciencias ya hemos comprobado en numerosas ocasiones cómo nuestra percepción puede verse afectada por multitud de factores: la perspectiva, la proporción, el ángulo, la luz, las formas y proporciones… el fenómeno se llama pareidolia y hace que, desde un determinado punto de vista, las cosas puedan llegar a parecer muy diferentes a la realidad…

Sin embargo, en este caso hay poco misterio. La “flor de Marte” no es más que un pequeño saliente de roca modelado por la acción de la erosión.

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¿Erosión en Marte? Pues sí, claro… Aquí en la Tierra estamos acostumbrados a las fascinantes formas que la erosión del agua modela en el paisaje. Su laborioso trabajo, realizado durante largos periodos de tiempo, consigue dar forma al planeta, desde el Gran Cañón del Colorado hasta la más pequeña piedra de río.

Captura del terreno desde el propio Rover CuriosityEn el cráter Gale donde se encuentra el Rover Curiosity actualmente no hay agua, pero sí la hubo en épocas pasadas. Además, Marte cuenta con un importante elemento erosionador: el polvo.

La atmósfera de Marte es ligera y tenue pero cuenta con gran cantidad de polvo rojizo, que por otro lado le da ese color al ambiente en el planeta marciano. La acción del viento cargado de polvo durante miles, cientos de miles e incluso millones de años han modelado las más curiosas formas en el paisaje, incluida esta pequeña roca y su curiosa forma.

Por otro lado, algunos medios han señalado que esta formación rocosa podría ser metálica debido al aparente brillo que aparece en la fotografía. Sin embargo, la propia NASA ya ha negado este punto señalando que se trata de un efecto causado simplemente por la perspectiva y la forma en la que la luz ilumina el saliente.

Esta pequeña formación rocosa es curiosa por efecto de la pareidolia pero no es más extraña que los cientos y cientos de rocas que ya hemos visto en otras fotografías… Recordemos que nuestra imaginación es capaz de unir puntos y ondulaciones del terreno haciendo que veamos las más extrañas formas, desde una sirenita hasta un elefante.

Primeros restos del interior del superficie marciana

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La NASA encuentra “un elefante” en Marte

Por Javier Peláez | Astronomía para terrícolas 

Un elefante en MarteDesde que se lanzó en el año 2005, la MRO (Mars ReconnaisSance Orbiter), la sonda que se encuentra explorando Marte, nos ha enviado todo un cargamento de datos y fotografías interesantes gracias a su potente cámara HiRISE.

Después de sorprendernos capturando tornados con más de 20 kilómetros de altura, en esta ocasión la imagen que nos envía desde el planeta rojo, además de su interés geológico, tiene también su parte divertida y curiosa puesto que en ella aparece la silueta de un elefante al más puro estilo de los dibujos de Walt Disney.

Si os fijáis bien, podréis distinguir sin problemas la cabeza, el ojo, la boca y por supuesto su larga y característica trompa. En efecto, casi podemos decir que Dumbo ha llegado a Marte.

Evidentemente lo que estamos viendo es un simple efecto óptico fruto de la superficie y orografía del terreno fotografiado. En realidad las líneas que dibujan a nuestro elefante no son más que cauces de lava secos que el tiempo ha ido formando en esa región volcánica conocida como Elysium Planitia.

Y es que, como ya nos ha demostrado en muchas ocasiones, Marte es un planeta engañoso.

Empezando por uno de sus primeros estudiosos, el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli que ya en 1877 mientras miraba por su telescopio creyó ver canales construidos por alguna civilización. El tiempo y el avance hacia nuevos y mejores telescopios desvelaron que lo que Schiaparelli creyó canalizaciones y estructuras acuáticas en realidad eran accidentes orográficos.

Las sombras le dan el aspecto de una caraPor supuesto, seguro que también habréis escuchado algo sobre la famosa cara de Marte.

En el verano de 1976 la sonda Viking 1 tomó una fotografía a una altura de unos 1.800 kilómetros sobre la zona marciana de Cydonia.

Aquella foto se hizo muy popular entre los círculos y foros pseudocientíficos y ufológicos que la esgrimían como ejemplo de que en Marte existía vida extraterrestre.

De nuevo fue la tecnología quien puso las cosas en su lugar, puesto que en 2001 la Mars Global Surveyor, una nueva sonda más avanzada y con mejor resolución, volvió a tomar una fotografía de aquella meseta quitándole todo el misterio ymostrando que se trataba nuevamente de un efecto óptico de sombras y relieves.

La última de estos efectos ópticos, conocidos como pareidolias, lo pudimos vivir hace poco tiempo y nos llegó de la mano del Rover Spirit. Quizá lo recordéis porque llegó a las portadas de muchos medios con el título de “La sirenita de Marte“.

La sirena de MartePor supuesto, se trataba de un nuevo engaño de la perspectiva y las formas sinuosas del planeta rojo, y en realidad aquella sirenita tan solo eran unas formaciones rocosas con una figura similar a la célebre escultura de Copenhague.

Así funcionamos: nuestro cerebro busca patrones.

Durante millones de años esta acción nos ha sido de gran ayuda a lo largo de la evolución para sobrevivir, adivinando estructuras y detectando todo tipo de formas. Es una actividad natural que responde a un hecho que a nuestro cerebro le disgusta: lo desconocido. No le gusta no saber y siempre que puede escoge puntos, líneas y figuras para unirlas en algo que le sea familiar.

Es una respuesta automática y por eso vemos formas, animales o siluetas en las nubes, por eso reconocemos contornos humanos en las manchas de las paredes o creemos dibujar caras en sitios tan inesperados como una tostada… las pareidolias no son más que nuestro cerebro uniendo puntos para encontrar algo familiar.

Este comportamiento natural de nuestra mente reconociendo patrones nos es muy útil, pero no es infalible y de vez en cuando cree reconocer imágenes reales en lo que tan sólo son líneas al azar… a veces incluso es capaz de ver elefantes en Marte.

Curiosity analiza una roca en forma de pirámide en Marte

Por  | Astronomía para terrícolas 

La roca Matijevin, de forma piramidal (NASA)Por fin ha llegado el momento de la verdad para el brazo robótico del rover Curiosity. Lo que nadie podía preveer es que su estreno tendría lugar “tocando” una pirámide marciana. Pero un momento de calma, no hablamos de una mole similar a las que servían de tumba a los faraones, sino de una curiosa roca con forma piramidal que en seguida llamó la atención de los técnicos de la NASA. El objeto mide 25 centímetros de alto y la anchura de su base es de 40 centímetros.

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A pesar de que en algunos medios se hace hincapié en el aspecto de la roca, al que algunos describren como una miniatura de la gran pirámide de Guiza, lo cierto es que este tipo de forma no resulta extraña en Marte.

John Grontzinger, científico del proyecto, afirma que su forma se debe a la erosión del viento. El equipo ha bautizado a la roca con el nombre de Jake Matijevin, un homenaje a un ingeniero de la NASA fallecido el pasado 20 de agosto a los 64 años de edad.

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La sombra del Curiosity proyecta su sombra sobre la roca Matijevin (NASA)En declaraciones a prensa anglosajona, Grontzinger afirma que sospechan que la roca es el resto de un impacto sucedido en algún lugar, tal vez fuera del Crater Gale en el que aterrizó el rover el pasado 6 de agosto. Este impacto arrojaría una roca a las planicies del cráter, que se ha ido erosionando de forma más lenta que su entorno, lo cual hace sospechar que es más dura. Probablemente su composición indique que se trata de basaltomarciano, pero habrá que esperar los resultados.

El brazo robótico del Curiosity porta un espectrómetro con el que los científicos analizarán la composición química de la roca, así como lentes de aumento para capturar imágenes de proximidad a buena resolución. Las pruebas durarán unos tres o cuatro días.

Desde su llegada al planeta rojo, el rover de la NASA ha recorrido ya casi 300 metros sobre la superficie del Crater Gale, y esto no ha hecho más que empezar. Cuenta con 10 aparatos científicos a bordo, y seguro que hay oportunidades para usarlos todos.

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Más información en la web de la NASA.

FuenteYahoo!/noticias


Archivado en: ASTRONOMIA, CURIOSIDADES

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