Mercaderes, mercenarios o siervos
¿QUIÉN ESCRIBE ESTO?

Soy Borja Prieto y escribo este blog para ayudarte a crear tu empresa, aprovechando al máximo tus recursos y procurando evitar los errores que otros hemos cometido..
.
.
No hay más opciones. Solo puedes ser una de estas cosas: mercader, mercenario o siervo.
-
Hubo un tiempo, en el siglo pasado, en el que uno juraba vasallaje a una empresa y la empresa le protegía para toda la vida, y aún después de muerto. Eso se ha acabado. Entre otras cosas, porque las grandes corporaciones del siglo XX están condenadas a desaparecer. Así que no es una cuestión de la crisis (o no es solo de la crisis) el que haya más de seis millones de parados en España. Es que las grandes empresas están cambiando, se están haciendo más eficientes y más pequeñas, y están creando empleo fuera de España, allí donde les sale más rentable hacerlo.
Lo que sí ha hecho la crisis es despertar a los empresarios ingenuos, a esos pequeños empresarios que tenían un comercio o un taller y que generaban gran parte de los puestos de trabajo en España. Mirad este comentario que me dejó una lectora hace un par de años:
Me veo obligada a despedir a una de mis dos trabajadoras porque han consolidado un sueldo astronomico que yo me podia permitir pagar en el pasado, y ahora no puedo asumir. En las vacas flacas no encuentro respuesta alguna por su parte pero ademas me encuentro en situacion de pedir un prestamo para pagar dicho despido.
Mi empresa no sangrara a ningun trabajador nunca mas porque no pienso contratar a nadie si ese es el precio que debo pagar por crecer y recomiendo a los pequeños autonomos como yo no contratar por cuenta ajena, asi no nos podran tildar de explotadores. Lo que no puedas abarcar personalmente en tu negocio, dejalo.
Pues eso. Conozco varios casos, alguno muy cercano, que dicen exactamente lo mismo: nunca volveré a contratar a nadie.
Así que si ni las grandes empresas ni los pequeñas crean puestos de trabajo, ¿qué nos queda? Elegir entre ser mercader, mercenario o siervo.
Mercaderes
Ahora es muy difícil encontrar un trabajo de esos “seguros para toda la vida”, pero es más fácil que nunca crear una empresa. La misma globalización que se ha llevado la fábrica a China hace que tú, que no tenías capital para construir una fábrica, comprar maquinaria y contratar obreros puedas encargar a los chinos que te fabriquen lo que quieras. Y por supuesto surgen cada vez más oportunidades nuevas de ganar dinero vendiendo bits en lugar de átomos.
Es más fácil, pero no deja de ser arriesgado. La mayor parte de los emprendedores fracasan, y aún los que salen adelante lo hacen después de meses o años de trabajo duro y sacrificios. Pero si sale bien, cuando sale bien, la recompensa también es muy alta.
Así que esta es la primera opción. No empeñarse en que alguien te de un trabajo, sino crear una máquina de fabricar riqueza.
Mercenarios
La segunda alternativa es trabajar para los mercaderes. Si tienes algo bueno que ofrecer, algo que les ayude a vender más y ganar más dinero, ellos estarán dispuestos a pagarte un buen dinero a cambio. Pero para tener éxito en estos nuevos tiempos, tienes que entender que eres un mercenario, dispuesto a vender su espada al mejor postor.
Ninguna empresa te va a pedir fidelidad (y si lo hace te está intentando engañar) porque ninguna empresa te puede ofrecer fidelidad. Así que ahora todos los tratos son temporales. Todavía habrá profesionales valiosos que trabajen para la misma empresa décadas, y en exclusiva. Pero esto va a ser cada vez más raro. Lo normal será trabajar para varias empresas a la vez o ir saltando de proyecto en proyecto.
Sin engaños: no luchas porque hayas jurado fidelidad a una bandera. Luchas porque te pagan. Y la empresa no te contrata porque seas un patriota. Te contrata porque eres bueno con la espada, y necesita un espadachín avezado en una batalla concreta. Cuando ya no te necesite, dejará de pagarte.
Ser mercenario no es fácil. Tienes que estar entrenándote y formándote permanentemente, y tienes que perder tiempo en buscar nuevos clientes o pagar una comisión a quien te los encuentre. El jornal no está asegurado, y a veces no cobrarás todo lo que se te haya prometido. Pero puedes ganar mucho dinero y vivir muy bien. Puedes descansar entre una guerra y otra (o entre un proyecto y otro) el tiempo que quieras. Puedes decidir en qué vas a trabajar y con qué clientes vas a trabajar y hasta dónde vas a trabajar.
Y, de nuevo, la globalización te ayuda. Tus clientes no están limitados a los que viven cerca. Y por tu parte puedes contratar a quien quieras, o colaborar con quien quieras, en cualquier país del mundo.
Siervos
Si no te arriesgas a ser mercader, ni tienes algo que ofrecer como mercenario, solo te queda ser un siervo. Normalmente no es una decisión consciente, pero si te encuentras en paro, haciendo suplencias mal pagadas, con contratos de dos meses, o cobrando un sueldo de miseria a cambio de hacer una tarea repetitiva, es porque tú lo has decidido.
No se trata de si esto es justo o injusto. La ley de la gravedad no es injusta porque no te permita volar agitando los brazos como te gustaría. Y si has decidido estudiar una carrera inútil, si no quieres arriesgarte a ser mercader, si no estás dispuesto a afrontar las penalidades que supone ser un buen mercenario, ni el capitalismo ni los empresarios ni el gobierno tienen la culpa de que nadie esté dispuesto a pagarte un sueldo decente ni a contratarte para algo que no sea servir hamburguesas.
Bueno, tal vez el gobierno sí tiene algo de culpa por animar a tantos jóvenes a estudiar carreras inútiles en las que aprenden cosas que nadie demanda. Que vaya, para adquirir una culturilla puede estar bien, pero esto no tiene nada que ver con que alguien te pague un sueldo. Sólo vas a a ser apreciado y recompensado si tienes algo valioso que ofrecer.
Seth Godin escribió hace 2 años esta frase lapidaria:
Si haces un trabajo en el que alguien te dice exactamente lo que tienes que hacer, encontrarán a alguien más barato que tú para hacerlo.
Es así. Si tus cualidades se limitan a ser obediente y dócil, a realizar tareas repetitivas sin cuestionarte nada, o eres ya un siervo o acabarás siendo uno de ellos.
Ser siervo tiene ventajas: no tienes que pensar, no tienes que estar al día, no arriesgas nada, te pagan por lo que trabajas, puedes ser mediocre y hacer un trabajo mediocre… Mucha gente no aspira a más, y no está dispuesto a afrontar la inversión que hay que hacer para ser mercader o mercenario. Así que siempre habrá siervos, y su situación no va a mejorar ni siquiera cuando salgamos de la crisis.
Esto es lo que hay. Ahora tú decides lo que quieres ser: mercader, mercenario o siervo.
.
.
Archivado en: CELEBRIDADES, NUESTRO MUNDO, REFLEXIONES
